¡ tu s o n r i s a me ha contado esta historia

"No podía creerlo, todo aquello era una locura, una locura amorosa que no podía ser realmente cierta"

Chloe una chica de 16 años, de constitución normal con un largo cabello negro azabache y unos ojos color miel, risueña, enamoradiza, sensible, demasiado espontánea, y algo tímida . Ella que siempre ha soñado como cualquier otra chica de su edad, con un chico perfecto, como en las películas de los domingos que ve tumbada en el sillón con una mantita por encima, pero lo que no sabe es que "esos" sólo existen ahí, en las películas.

Eran alrededor de las seis de la tarde y llovia sin parar pero eso no era motivo para que Clhoe anduviera por las calles con Mery, cóntandose cada detalle de todos los secretos que no escondían la una con la otra. No solían ir por sitios muy lejos de sus casas por lo tanto conocían la gente que se movía por aquella zona. Las chicas iban a sus cosas, sin pendiente de nadie, hasta que escucharon un silbido , con curiosidad miraron para todos los lados y a lo lejos vieron dos sombras, no reconocían sus caras por lo tanto lo ignoraron. Siguieron andando rumbo a un parque cercano pero algo las hizo pararse y darse la vuelta, el teléfono móvil de alguna de las dos estaba sonando cosa que pareció extraña porque no esperaban ninguna llamada. Buscaron rápidamente los teléfonos a lo que se dieron cuenta que era el de Chloe, un número que no conocía la llamaba y temerosa respondió. Una voz conocida le preguntó por donde andaba , a lo que ella contestó que no muy lejos de casa dando una vuelta a la manzana con su amiga, aquella voz era de un chico.. un chico que la dijo que la esperaba en una placita que los dos conocían, una placita dónde habían estado más veces juntos. 

Las chicas tomaron rumbo hacia aquél lugar. 

Llegaron y allí no había nadie, tan sólo una tienda en la que se vendían golosinas, por lo que Chloe y su amiga se quedaron con la intriga de quien podía ser aquel muchacho. Entre historias, risas y unos cuantos minutos esperando, al final de la calle ven a dos chicos dirigirse hacia ellas. Chloe asimila, es él, el chico que la ha llamado, el chico que silbó a lo lejos. Reconoce que la voz le era similar a la suya, y reconoce también que es Leo , su mejor amigo, hace meses que no le ve.

Empiezan a entrablar una conversación, contandose todo lo ocurrido en ese tiempo en el que no han sabido nada el uno del otro , horas, minutos, segundos.. y les dan las once. Ella tenía que volver a casa, y él se ofreció a acompañarla. Pasaron un rato más juntos, y se despidieron.

Cuando Chloe llega a casa, tiene una sensación rara en el cuerpo, nunca había estado tan agusto con alguien, nunca había sentido como unas mariposas revoloteaban su estómago, nunca había tenido esas ganas ansiosas por ver a alguien, y, de hecho, la preocupaba pueso que por quien estaba sintiendo eso, era su mejor amigo.

Llama corriendo a Mery por teléfono para contarla todo lo ocurrido por el camino, y lo más importante, o que ha sentido cuando ha dejado en el portal a Leo. Mientas las chicas cotillean , suena el móvil de Chloe y le da un vuelco el corazón. Es el mismo número que antes, es él de nuevo. Tímida responde Chloe el móvil pero con sólo escuchar la voz de Leo, se le pone esa sonrisilla picarona en la cara y toda la vergüenza se esfuma.

La invita a quedar al día siguiente, la dice que ha cambiado bastante y que está más guapa que nunca, Chloe emocionada acepta.

Ya es Sábado, son las cuatro de la tarde y Chloe comienza a arreglarse, a quedado con Leo y está histérica perdida. Primero se dirige hacia casa de Mery y ésta tranquiliza a su amiga, ya que está nerviosa porque presiente que algo va a ocurrir.

Las siete. Chloe y Leo se encuentran y se saludan tímidos, deciden ir a un parque no muy lejos de aquella zona. Hablan de años atrás, de sus amigos en común, las tardes de discoteca, las tardes de verano calurosas y de invierno frioleras.. pero entre palabras, risas y emociones de repente hay un silencio entre los dos, están a un centímetro de la cara. Chloe no aguanta más, quiere hacerlo nunca ha estado tan segura, quiere besarle o que la bese pero que algo ocurra ya. Él sin muchos preámbulos se lanza, se funden en un beso, en un beso - nose si llamarlo de amor - pero es más que de una amistad. Leo le apresaba con su cuerpo, pero entre las lineas de sus besos se podía leer perfectamente el deseo y la pasión que le sugería su amor, resucitado tal vez por la tensión que habían vivido en aquellos días. Sus corazones se abrazaron, se equilibraron para hacerlos vivir con un solo latido.Miles de ideas se apoderaron de la mente de Chloe cuando ssintió sus labios sobre los de él y ninguna llegaba tan clara como para poderla tener en cuenta. En torno a ellos giraba el anhelo, posesión, la furia, causa de haber retenido sus sentimientos tanto tiempo , los cuales al final habían salido a la superficie en forma de un torrente de emociones indescrifrables .

A lo mejor pensó que él estaba cegado por tanto tiempo sin tocarla, sin tenerla, o a lo mejor lo necesitaba tanto como ella. No lo sabía, pero intentó separarse de él, poniendo sus manos entre los dos, como un tope infranqueable. Lástima que no lo fuera. En un instante sus manos fueron aferradas por las de Leo y alejadas de su punto de mira. Ahí estaba Chloe, dejandose llevar por lo que quería, no sin saber  si aquello acabaría bien, ella debía confesar que lo amaba irremediablemente. Porfín había encontrado ese principe, aunque no existiera en realidad, ella vivia en un sueño, soñando una historia, una historia de locuras entre Leo y ella.

¿ Quién lo iba a creer ? ¿ Quién iba a pensar que su mejor amigo, quien siempre la daba los mejores consejos iba a terminar por cumplirlos junto a ella ?

Así es . 
El amor no es sabiduría, es locura.